domingo, 20 de noviembre de 2011

#30 También se dice "I love you"

I'm studying English in a Academy near of my house, but I know too that I don't speak very well, so... hablaré en español ;)

No voy a haceros leer una entrada en inglés (aunque todo llegará), pero si me gustaría hablaros de una experiencia que viví hace dos semanas. Deseaba escribir esta entrada desde hace mucho tiempo, pero como ya sabéis no puedo escribir tanto como me gustaría.

El caso es que mi academia de Inglés, en la que llevo ya dos años, organizó una excursión a Gibraltar, ese pequeño terreno montañoso Inglés, que se encuentra unido a España y a medio camino entre Europa y África, un pequeño curioso que ha podido ver desde una posición privilegiada increíbles tormentas que destruían y hundían barcos e importantes batallas. Bañado por el contraste de las aguas del Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico y habitado por personas que acostumbran a hablarte tanto en Inglés como en Español.

Muy ilusionada, no dudé en apuntarme a tal excursión y Él me acompañó en esta pequeña cruzada. A mi hasta no hace mucho, no me gustaba nada hablar en Inglés, a pesar de que casi toda la música está en dicho idioma y de que recientemente acostumbro a ver series en versión original subtitulada. Es cierto que mi dominio del idioma ha avanzado mucho en poco tiempo, sobretodo en el tema conversacional, pues en el instituto a lo único que nos dedicábamos mis compañeros y yo era a aprender la gramática, aunque con escaso énfasis en el vocabulario (muy al contrario que mis profesoras de francés, que siempre potenciaron "la langue", "la grammaire" y "le vocabulaire").

La excursión fue un Sábado, y tuvimos que madrugar mucho para recorre en un viaje en bus todo el camino de tres horas que separaba Sevilla del peculiar peñón. Fue un viaje agradable, pero con Él siempre lo es. Y a mi, aunque parezca extraño, me gustan los viajes en autobús. Me he recorrido casi toda España en autobús y ya le he cogido un cierto cariño a este medio de transporte.

A eso de las diez y media de la mañana llegamos a nuestro destino, y con mucho frío y viento comenzamos a adentrarnos en Gibraltar atravesando a pie ¡un aeropuerto!. No sabíamos muy bien hacia dónde ir, a´si que preguntamos a la primera señora, de otros muchos gibraltareños a los que preguntaríamos a lo largo del día. De todos, pude hablar con sólo uno en Inglés, ya que el resto me respondía en Español claro y peninsular (como es lógico y normal).

Esta entrada es importante, porque no realzaré la belleza y pequeñez del lugar o que los monos no son tan agresivos pero si un tanto exhibicionistas, si no que es importante porque ha hecho germinar en mí una semilla con acento inglés.

Ese día pude compartir mis horas con un grupo de personas procedentes de Gales, Francia, Alemania, Londres o Irák que hablaban en Inglés durante casi todo el día. Pude hablar en inglés durante horas, y sentir que entendía lo que me decían y que ellos me entendían a mí. Pude almorzar en un típico pub inglés el famoso "fish and chips", que está delicioso, y manejar las libras en un supermercado en el que compré dos botellas de Dr Pepper y un par de chocolatinas, o montarme en la segunda planta de un autobús color rojo y hablar sobre cámaras lomográficas, y enterarme de curiosidades de otros lugares que no conocía.

Esta entrada es sumamente importante porque cambió un pensamiento: yo nunca tuve especial interés en ir a alguna ciudad del Reino Unido, como por ejemplo Londres, y sin embargo, ahora, me muero de ganas de ir.
No se que es ni por qué, pero desde ese día hay algo dentro de mí que me dice que quiere más de lo que viví, y mucho más real y más Inglés, más auténtico.

Estuve dándole vueltas un par de días, y finalmente, decidí fijar el destino aún no fijado para le viaje del próximo Verano. Hablé con Él, y aunque en principio, compartíamos la misma idea de que no teníamos interés en ir hacia aquellas zonas del archipiélago Inglés, creo que puedo decir que, el verano que viene, estaremos en Londres.

Quiero descubrirla. A la ciudad, al idioma, a la cultura y a su gente. Quizás me pase como cuando visité París, que hasta ese día no me había llamado la atención y sin embargo, siento que parte de mi se quedó en la segunda planta de la Torre Eiffel o en el barco por el que navegué por el Sena, y no estaré tranquila hasta que no vuelva y lo recupere... o lo deje totalmente allí...

Así pues, el Verano que viene visitaremos Londres.