lunes, 28 de enero de 2013

#79 Imaginate conmigo

Imagino una vida contigo. Imagino que saco las llaves de mi bolso y que abro una puerta mucho más vieja que sumando nuestras dos vidas. Imagino que la abro, que suspiro, sonrío, cierro la puerta tras de mí, me apoyo en ella, y cierro los ojos al pensar "por fin en casa".

Tú estarías ya en casa, desquiciado con algún tipo de problema informático que no logras solucionar, o quizás estarás cocinando algo rico, y me recibirás a mi cuando llegue de un duro día en el centro, trabajando duro con los niños. Quizás sea yo la que te reciba a ti mientras te avasallo entusiasmada nada más te veo entrar por la puerta con los resultados de un último estudio que acabo de descubrir. O quizás sea yo la que esté cocinando, y tú te acerques por detrás, me abrazarás y me darás un beso de bienvenida.

Es pequeña, la casa, me refiero. Tiene una cocina con lo básico, un pequeño frigorífico y una pequeña mesita de madera con dos sillas. Quizás pueda imaginar que hay alguna florecilla en un vaso. El salón también sería pequeño, pero tendría unos colores tan cálidos que parecería el lugar más acogedor del mundo. Hay un sofá, con mantas y un par de cojines destartalados. Una pequeña mesita de té. A mi imaginación le cuesta ver un televisor, pero nada más recuerdo lo bien que se está tirada abrazándote viendo cualquier chorrada, aparece de repente frente al sofá. Hay un par de sillas plegadas, para cuando vengan los amigos, y de vez en cuando, la familia, a reñirnos de lo desordenado que tenemos todo. Hay una mesa un poco más grande, que usamos para cualquier cosa. Un pequeño baño se abre paso en un estrechamiento de la casa que no se si puede llamarse "pasillo", y en él hay restos de cera derretida de las velas quemadas de alguno de nuestros baños juntos. Y la habitación. Nuestro dormitorio, con una cama mullida, quizás alguna mesita y una ventana por la que entra la luz del Sol, celosa de nosotros, cada mañana.

Imagino una vida contigo. Y cada vez se me hace más fácil.
Imagino que ya no queda a penas tiempo para que eso suceda, y que dentro de nada iremos por la ciudad viendo pisos de alquiler, intentando esquivar a los timadores, mientras nosotros soñamos nuestra vida juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario