miércoles, 11 de septiembre de 2013

#88 Despedida

Suena 'Asleep', algo que me recuerda inevitablemente la tarde de ayer en casa de Antonio y en compañía de Jon, mientras veíamos "The Perks of Being a Wallflower" (todo suena mucho más guay cuando se dice en inglés, la verdad sea dicha), y la canción además me reconforta especialmente, es suave, y triste, y... onírica. A veces me siento un poco así, porque realmente soy de este tipo de personas. Aunque no sea suave. Bueno, quizás en algunas circunstancias sí, claro, pero la mayor parte del tiempo suelo asemejarme más al movimiento de una montaña rusa que al de una pluma que cae suavemente y se deja mecer por la brisa. Me alegro de no ser una tonta pluma, las montañas rusas molan mucho más. Vaya, parece que hablo como una quinceañera... Eso no me va a venir bien para lo que me espera de ahora en adelante, pero... ¿Alguna vez dejarán de gustarme las mismas cosas que me gustaban cuando tenía 16 años? Porque seamos sinceros, mis gustos a grandes rasgos siguen siendo los mismos, y bueno, se supone que a los adultos no les gusta la literatura fantástica, ni los videojuegos, ni la música rock, ni el cine independiente. Bueno, a algunos sí. Pero... no soy nada sofisticada, ni me suele gustar mucho la seriedad. ¡Si ni si quiera me gusta el café! Y toda esta reflexión en torno a la adolescencia viene de otra reflexión a cerca de la incertidumbre en torno al futuro. Que es un asco, por cierto.

Estoy a relativamente pocos días de empezar el que va a ser mi último año de carrera, y la verdad es que tengo la sensación de que sé mucho menos que cuando entré en el primer año. Es horrible. Y aún así, espero que sea un buen año, con eso de que es el último y espero llevarme un buen recuerdo de toda la experiencia. Pero... ¿y después? ¿Qué haré con mi vida? ¿Encontraré trabajo? ¿Estudiaré algún máster? Y en ese caso... ¿cuál?

No se qué va a pasar, y me da mucho miedo encontrarme en un callejón sin salida y no saber hacia dónde ir.
El Verano ha pasado tan rápido y tan tranquilo que ha sido como una eterna tarde de somnolencia. Ir a la playa ha estado bien, y pasear por las noches. Pero... ¿y si he desperdiciado mi último verano de completa tranquilidad? Ojala que no sea así.

Por otra parte. Cada vez hablo menos y escucho más, o eso creo, y leo mucho, muchísimo. Me alegro de haber vuelto a retomar este estupendo hábito. Y he adquirido un hábito nuevo: correr. ¿Y sabéis qué? Me sienta genial. También he perdido un hábito... escribir aquí. Pero de esto último no me arrepiento, la verdad. Últimamente he sentido la necesidad de escribir sólo para mí, y creo que es lo que voy a hacer a partir de ahora. Me gusta escribir, y nunca he dejado de hacerlo, pero se acabó el exponerme. Seguro que escribiendo sólo para mí podré sincerarme mucho más conmigo misma, y escribir sobre cosas que aquí serían cuestionables y/o censurables.

Me ha gustado mucho la experiencia de mantener un blog por un tiempo que no creía posible. Y quién sabe si algún día volveré a escribir aquí o en otro blog con otro nombre diferente... Gracias a todos por haberme leído durante todo este tiempo. Esto es una despedida de una etapa en mi trayectoria escribiendo.

Todos los Veranos acaban... y yo siempre he sido más de climas fríos.

Toca respirar, coger impulso, y continuar caminando...
Cuidado con el delirio.




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