martes, 3 de enero de 2012

#37 Somos más

No se cómo empezar esto... porque ya te daba por perdido.

Ha pasado más de un año desde que lo nuestro ya dejó de ser nuestro, y me he esforzado por intentar recuperarlo, intentar recomponer lo que teníamos antes de que pasase todo, de volver a ser cómo éramos, dos amigos que se olvidaban del mundo, que se recorrían la ciudad entera hablando sin parar, de la vida, de chorradas, de películas, de música, de la fantasía y de nuestras fantasías y pesadillas, de nuestras cosas.

Llegaste a ser tan 'yo' que pasaste a convertirte en uno de mis pulmones, tan importante para mí que cualquier cosa relacionada contigo me hacía feliz. Un asiento en el bus, el grupo que más te gustaba, algún muñequito raro, cualquier guitarrista callejero, alguna que otra canción o libro y miles de recuerdos que no se encuentran por la calle. Recuerdos que están en las estrellas y que sólo tú y yo sabemos donde están guardados. Son nuestras vivencias juntos, nuestros años cogidos de la mano, como amigos, como más que amigos...

Te quise, te quiero y te querré. Porque lo que siento por ti no es ni de pareja, ni de amigo, ni de hermano, ni de nada parecido. Es algo distinto. Nosotros hemos sido capaz de superar cualquier umbral o frontera establecida. Lo nuestro va más allá, porque no tiene nombre y nadie puede nombrarlo. Sólo tú y yo lo sentimos.

Recuerdo cuando te conocí, no me caías demasiado bien, pero me hacías reír y eras un payaso. Además, eras el único que durante el Verano se quedaba en la ciudad, como yo, y así tuve la oportunidad de conocerte, de reír junto a ti, de aprender, de construirme a mí misma, porque sin ti, yo no sería ni la cuarta parte de lo que soy ahora.

Comencé a admirarte, a defenderte, a no parar de hablar de ti, a llamarte cada semana para salir, a vivir aventuras que al recordar me hacen sonreír.

Y a cada uno nos pasaron cosas horribles, pero estuvimos ahí, el uno para el otro, para superarlo, para levantarnos, para poder mirar con más fuerza al Sol de frente. Lo nuestro se hacía cada vez más fuerte.

Cada uno tuvo sus historias, pero seguíamos juntos. Pasaron días, tardes, noches, fiestas, salidas. Tuviste paciencia conmigo, con mi forma de ser a veces inesperada, y te hiciste a mi al igual que yo me hice a ti. Nos acoplábamos tan bien que la gente empezaba a creer que éramos pareja, pero nosotros nos reíamos y decíamos que "sólo amigos", aunque esa palabra se quedase corta.

Pasó el tiempo, y yo no me di cuenta de que algo cambió en ti, hasta que desperté, y me sentí aturdida. Quería cogerte la mano y seguir por el camino que me ofrecías, no quería dejarte, pero temía que ese no fuese mi camino. Dudé, vacilé demasiado, te confundí y te enfurecí, pero al final... decidí caminar por un sendero desconocido, sólo porque tú ibas conmigo. Siento haber sido una cobarde, o una imprudente, pero al final... te solté, y te dejé ahí, en la oscuridad, en un camino que solo puede continuarse acompañado.

Pero escúchame bien: el camino que vi contigo realmente era precioso, lleno de música y color tal como te dije, y disfruté contigo como con nadie, porque tú eres distinto al resto. Me cuidaste siempre, y durante esa pequeña travesía mucho más, te descubrí plenamente, y me acomodé dentro de ti, cálidamente, mientras escuchaba tu latir tranquilo y tu hablabas de seres mitológicos.

Siento lo que te hice, porque confundida quizás tomé la opción que más daño te hizo. Siento no haber podido continuar, no haber podido dar completamente ese paso tan grande y haber sido tan brusca.

Ha pasado ya más de un año, pero hoy leí lo que escribiste y me sentí un poco aliviada al ver que por fin te ibas sincerando, abriendo un poco más.

Esos amigos que tienes ahora te hacen feliz, y yo les estaré siempre agradecida, pero, me cuesta trabajo continuar escribiendo, y me veo obligada a contener las lágrimas y el grito que te traiga de vuelta a mi.

Sería muy egoísta de mi parte reclamarte, hacer que estuvieras a mi lado tal y cómo lo estabas, intentar que olvidásemos y seguir como si nada, pero tú siempre me harás falta, siempre te tengo y te tendré en mi mente, y en mi misma, cada vez que respire...

No me has fallado. No quiero que tengas ese pensamiento. No quiero que te alejes de mi, pero tampoco quiero hacerte daño. Sólo quiero encontrar una manera de que estemos bien...
Soy feliz, pero no completamente. Tantos años a mi lado te han hecho merecedor de un sitio dentro de mí que nadie más puede suplir. Nadie más.

Tú y yo somos más. Mejores amigos de una forma que nunca antes nadie ha sido.

Perdona si a veces te pregunto si hay alguien especial en tu vida, pero es que es lo que más deseo, que encuentras a esa niña que te haga sonreír de verdad, que te llene, que te haga sentir en una nube, porque todas esas cosas existen, te lo aseguro, yo tengo alguien que me ha enseñado a creer en todo eso, y tú también la encontrarás. Perdona si a veces parezco demasiado fría o insensible, pero a veces no sé que hacer o qué decir, y me siento torpe y confusa.

Ojalá algún día volvamos al punto de inicio, o a un camino paralelo que se le parezca. Hoy me has dado esperanzas para seguir esperándote. Yo estaré sentada en el césped, junto a ese camino, esperándote con una lumbre que nos ilumine allá donde quieras que vayamos.
Te esperaré con esa luz que una vez te salvó de la oscuridad ¿recuerdas?




Quizás algún día podamos volver a cantar esta canción, 
mientras tú tocas la guitarra, y reímos entre estrofa y estrofa.

1 comentario:

  1. Etiqua ¿suerte pésima? :)
    No sé si esto ha sido una cuestión de suerte. Yo diría que no, que ha sido la consecuencia de una decisión acerca de lo que ibas a hacer con tu vida.
    Lo malo de tener un mejor amigo que es casi tan parte de ti como tú misma es que da miedo, mucho miedo. Miedo a que sea algo más o miedo a perderlo si no lo es, miedo a que te lean el pensamiento y que el otro sepa que no íbais en la misma dirección.
    Espero que podáis volver a ese punto cero porque perdiste a una parte de ti misma en el camino y eso duele ...
    Este post da para tantasssss charlas... me ha gustado mucho leerlo, la verdad.

    Un beso!

    ResponderEliminar