martes, 3 de abril de 2012

#47 Tiempo y Silencio

Mis padres se han ido esta mañana. Hoy paso el día sola en casa, así que nada más irse, comencé la mañana comiendo lo último que había comido la noche anterior: leche caliente con galletas. Y después de eso, me puse a leer. Me ha costado bastante coger el hábito de lectura, y a veces me da por pensar por qué dejé de leer. Las vidas y las aventuras que nos cuentan las novelas son tan apasionantes que la realidad se queda pequeña, insulsa, monótona y gris. Por eso, si, ahora prefiero estar leyendo que haciendo cualquier otra cosa. En todo caso, tocar la guitarra, y sentir como la yema de mis dedos están enrojecidas y doloridas. Pero cuando paro, cuando he parado sólo había silencio en la casa. Un silencio incómodo, de ese que aunque es silencio es acusante y te grita. Así, que he puesto la radio. Quizás uno de los motivos por los que siempre estoy escuchando música es para no escuchar ese silencio de una casa vacía. Hace que la soledad de la casa se vuelva física, pesada, fría. Empecé a hacer la cama, más tarde que temprano, a una hora en la que la mayoría de la gente está empezando a hacer el almuerzo. "Debería ponerme a estudiar", pensé, pero luego me dije "Vas a tener todo el día". Si... Hoy el tiempo es lo que me sobra... El tiempo y el silencio.

Veía la cama vacía y yo solo pensaba en Ti. Pensaba en lo mucho que me gusta que me abraces fuerte y que me digas que tienes sueño, y a poyar mi cabeza en tu pecho y ver cómo se te cierran los ojos. Pensaba en lo mucho que me gusta estar en silencio si es contigo. No es un silencio incómodo, es del tipo de silencios que te hacen sentir bien, escucharte a ti mismo y que te hacen sonreír porque hay alguien que lo está compartiendo contigo. También pensaba en lo arisca que soy a veces, en lo seca y distante y me decía, en ese momento, que eso no iba a pasar más. Pero luego me dije a mi misma "No te engañes pequeña, has sido así siempre y así serás, porque tú no quieres cambiarlo. Y está bien. Anda, sonríe". Sobretodo me vino un pensamiento aterrador. Me imaginé a mi misma llorando, sola, porque no tenía a nadie, y después, me sentí muy afortunada porque recordé que por suerte si que te tenía, y me sentí feliz, como tocada por las alas de un ángel azul.

Si el tiempo y el silencio los pierdo contigo, no me importa.
Pero que sea contigo.

3 comentarios:

  1. Pues a mí poner la radio me pone nerviosa! En casa nunca escucha música, ni cuando me ducho, ni cuando limpio... nada! Creo que me la pongo cuando voy a la uni y en el coche, pero poco más.

    Hay que aprender a estar sola también eh? tu felicidad no depende de estar o no con alguien, aunque lógicamente es una felicidad distinta.

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    2. Pues vaya timo, si me lo borras no me entero!

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