domingo, 23 de septiembre de 2012

#70 Friki

Vamos a ver, vamos a ver... Hablemos de lo que verdaderamente importa: ¡hablemos de cosas frikis!
Y para eso tengo que buscar a un experto. Esperad, dadme unos segundos (...). No, vaya, parece que no hay ninguno cerca. Pero bueno, supongo que podré hablar yo misma sin ser experta en nada de esto. Allá voy...

Ayer mismo, tras comprar algunos botecitos de pintura en la Games Workshop del centro nos fuimos a la casa de Él a pintar las miniaturas de un juego de estrategia llamado Super Dungeon Explore que compramos esta misma semana en Nostromo, una tienda de cómics, juegos de cartas y de mesa, y figuras. A mi siempre me ha gustado pintar, y recientemente he descubierto este gran mundillo del tipo Warhammer. Mi asombro viene cuando, estando tranquilamente pintando recibes comentarios del tipo "pero qué aburridos sois", "bueno, yo voy a salir, os dejo aquí con vuestras frikerías". Gracias, si, vete, por favor.

Este es solo un ejemplo de comentarios gratuitos no solicitados que muchas personas sueltan por que sí. Sinceramente, ¿con qué finalidad dicen esos comentarios? Porque... ¿de qué les sirve a ellos? De nada. ¿Y a mi? Para ignorarlos.

El caso es que la situación de ayer me recordó a lo que siempre he estado sometida en el instituto. Si, me gustaban y me siguen gustando "esas pelis de muñequitos raros y monstruitos", y no por ello, tienes por qué mirarme con cara de asco. A la mayoría de las personas le gustan esas películas con un guión pésimo en el que solo salen chicos musculosos sin camiseta y tías con unos pechos enormes, películas en las que se cumplen los mismos clichés una y otra vez, que no aportan ni enseñan nada, sólo elevan el nivel hormonal de muchas chicas y hacen babear a algunos chicos, mientras morbosos miran como unos personajes sin historia ni personalidad hablan de cosas sin importancia.

Pues ¡si! ¡Me encanta el cine de terror! ¡Y los monstruitos! ¡Y el cine de fantasía! Porque en mi opinión a veces saben reflejar la naturaleza humana, y nos ayudan a sacar nuestras emociones como ningún otro género cinematográfico.

(Él me pide que ponga un "Te Quiero" por donde vaya escribiendo, así que bueno... aquí está ^^)

Si hablamos de literatura el problema se agrava un poco más, sobretodo si estás hablando con personas que son mayores que tú. Me gusta la literatura fantástica, fue el género literario con el que amé la lectura y uno de los que más me enseña, con el que más disfruto y el más imaginativo, por lo que por todo esto y más, amo la literatura fantástica. Pero cuando hablas con alguien de los libros que estáis leyendo actualmente, suelen poner expresiones raras cuando se enteran de lo que te emociona el último libro de Patrick Rothfuss, por poner un ejemplo (real, actual xD).

Y si estás con chicas de tú mismas edad o similar, y ya les dices que el otro día le estuviste explicando a tu madre de qué iba el videojuego al que estabas jugando se ríen abiertamente, supongo que de forma divertida al pensar que pueda estar emocionada con videojuego a mi edad...

¡Pero si tengo 20 años! ¿Sabéis lo que pasa? ¿Sabéis cuál es el problema? Que soy una chica.
Al menos yo creo que es eso, porque en un chico se considera de lo más normal del mundo que juegue a videojuegos, a Magic, que lea literatura fantástica y le encanten las películas de fantasía o acción. Y sinceramente, no por gustarme ciertas cosas consideradas por la gran masa como "frikis" voy a serlo, y si lo soy ¿qué? Así soy feliz, y por extraño que le pueda parecer a algunas personas, es divertido, es original, es distinto a lo que la inmensa mayoría de las personas hacen para pasar el rato.

Yo no salgo de botellón y en mi vida he ido a una discoteca, no me pongo ropa que no es de mi talla, ni escotazos que enseñan el ombligo. No me pongo unos tacones con los que no se andar, ni me doy dos o tres capas de pinturas en la cara. No aparento, soy como soy. No me gusta hablar de la gente porque sí, y me cae mal la gente que sólo habla contigo para soltar pestes de otra persona. No me van los musculitos descerebrados. Me conquista la inteligencia, la originalidad. Me gusta la moda, aunque a mucha gente pueda sorprenderle, y el maquillaje que realza como soy, no que crea a otra persona distinta. Me gusta ser femenina, y hablar de "cosas de chicas" de vez en cuando, pero hay tantos cosas que descubrir, que aprender, que me parece absurdo encasillarme en un estándar de comportamiento.

No quiero ni pensar en esas chicas que de verdad son vencedoras de torneos de rol o de videojuegos, que tienen estanterías repletas de libros, y son verdaderas expertas en cine, entre otras cosas. Me encantaría conocerlas y pasar tardes enteras pasándolo bien, siendo chicas perfectamente normales que disfrutan con cosas que otras no se atreven a descubrir, y aprender de ellas.

Una cosa si es cierta y debo confesar: no se cómo comportarme con la mayoría de las personas de mi mismo género. Tengo amigas, y ellas son, en mentalidad, un poco como yo, por eso resulte tan fácil hablar con ellas y me lo paso genial cuando estoy en su compañía, pero con la gran inmensidad de las chicas no sé cómo comportarme. Al recordar todas las experiencias pasadas caigo en la cuenta de que son las chicas las que más daño me han hecho y las que nunca me han aceptado como soy. Quizás por eso se me haga tan sencillo hablar con los chicos, porque quizás sea cierto, y comparta algunos gustos que son típicos de su género. No lo se.

El mundo está lleno de prejuicios, y poner caras raras es muy fácil.
Sólo digo, que hay personas que conocemos otra forma de divertirnos distinta a la del resto, y no por ello somos bichos raros. Muchas veces he hablado con muy buenos amigos, y me han confirmado que si no me conociesen jamás se imaginarían que me gustasen las cosas que me gustan. Y es que, al fin y al cabo, las apariencias engañan...

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