sábado, 3 de marzo de 2012

#43 La hucha de los abrazos

Tenía como unas cinco entradas guardadas en borradores, he estado editándolas poco a poco por que las escribí muy rápido la mayoría. Esas entradas iban a contaros de forma muy alegre y entusiasta mi la celebración de mi 20 cumpleaños, como lo festejé con mi familia, mis padres y mi hermano, mis padrinos, Él y sus padres, y contaros lo feliz que fui esa noche de celebración. Iba a contaros que Suerte Pésima y yo vamos por buen camino, que paseamos juntos una noche por uno de nuestros lugares favoritos, donde vivimos mil aventuras, y que cantamos bajo la Luna y entre lágrimas nuestra canción (tal y como deseé en la entrada #37, que nos tumbamos sobre la hierba, helados y abrazados para ver las estrellas y que aunque con grietas, todo iba volviendo muy poco a poco a su lugar. También iba a contaros que a pesar de eso, semanas después tuvimos una pequeña discusión (la primera que hemos tenido en nuestra vida de amistad), y que esa pequeña pelea sirvió más que cualquier cosa para reírnos el uno del otro y volver a sentir que no todo había cambiado. Iba a contaros que mis padres se volvieron a casar; bueno... que volvieron a renovar sus votos en una ceremonia que se hizo en la Catedral de Sevilla el fin de semana después de San Valentín con motivo de la celebración de sus 25 años de casados, y que fui muy feliz al verlos reír y juntos,  verles ser uno. Iba a hablaros de mis amigos, de lo bien que nos lo pasamos todos juntos, de las cosas tan divertidas que hemos hecho en estas últimas semanas, como cenar en sitios curiosísimos o pasar días en el parque con bicis, cariocas, guitarras y complicidad. ¡Hasta iba a contaros nuestra experiencia haciendo tortitas americanas! Iba a contaros que nuestro viaje a Londres va viento en popa, que ya hemos reservado el Hotel y el vuelo, y todos mis comederos de cabeza a la hora de elegir alojamiento, de que me he vuelto especialista en páginas de viajes y ofertas de vuelos, y de lo ilusionada que estoy por ir, que iremos en la segunda quincena de Agosto y que no paro de buscar información sobre las cosas que veremos Él y yo, y las cosas que me gustaría hacer, por lo que la loca idea que tuve en la entrada #30 se está haciendo realidad. Incluso iba a haceros partícipes de una memoria sobre la estupenda noche los Óscars que pasé con unos amigos, de como me estuve preparando durante semanas viendo todas las películas nominadas en alguna categoría, y os iba a contar las cosas más divertidas y curiosas que pasaron durante la Gala, de lo bien que me lo pasé durante toda la noche en su compañía, comentando como locos todo lo que pasaba y nuestros deseos y predicciones acerca de los ganadores.

Iba a contaros muchas cosas, muy divertidas, pero ahora... no me siento con ánimos de publicar esas entradas finalizadas, que reflejan una felicidad que ahora mismo no siento.

Ayer, todo cambió en mi familia. Uno no se da cuenta de la pesadilla que envuelve a todos hasta que te sumes en ella. Vives en un mundo de tranquilidad, monotonía, aburrimiento y desgana, pero bueno, es un mundo que no se altera, seguro, apáticamente seguro y gris, pero al menos puedes intentar hacer todo lo demás con normalidad. Ahora eso ha cambiado.

Ha cambiado la manera en la que mi padre, mi madre, mi hermano y yo tenemos que pensar a partir de ahora, la forma de hacer las cosas, e incluso nuestras relacionas.

Nunca me han gustado los despachos, ni los maletines de cuero, los relojes caros, los coches de marca y las reuniones de etiqueta, frívolas y mentirosas. Nunca me han gustado las cosas por su mera "importancia" material, ni la obsesión de las personas en torno a conseguir más cosas inútiles y sin sentido, que sólo te hacen sentir vacío. En mi vida solo aspiro a tener un pequeño pisito en el que vivir y a llevarme comida a la boca todos los días. Lo único que de verdad me importa es el amor, es tener a personas a mi alrededor que me quieran y a las que yo pueda querer. Si tengo eso, nada más necesito.

En mi casa, desde mucho antes de que yo naciera se fue forjando una estabilidad que iba a durar 26 años. Una estabilidad que ha traído alegrías durante mucho tiempo, y tristezas durante estos último cinco años. Esa estabilidad ha dado posición a mi familia, reconocimiento social a mi padre, me ha permitido estudiar y costear todo lo que mi hermano y yo hemos necesitado. Pero esa estabilidad, por la que mi padre ha luchado día y noche, que me ha costado discusiones con él y ha hecho que nuestra relación no sea muy buena, que le ha estado pasando factura a su salud, que ha afectado a mi madre y a su estabilidad emocional, y que mi hermano observaba a veces sin entender, acabó ayer.

No, nada va a ser igual. Ni nuestras ideas, ni nuestros sentimientos. Creo que puede se runa oportunidad de comenzar de cero, de dejar quizás de llenar una hucha de monedas y comenzar a llenar una hucha de abrazos, que ha estado vacía durante muchos, demasiados, años.

Tengo miedo, porque no se que va a pasar, porque no se que puedo hacer más que colaborar más e intentar que el ánimo no decaiga. Me han quitado la Beca, ya que era de la Fundación de la empresa, el coche de empresa, el portátil, el móvil y mil cosas más a mi padre. Pero nos han dado una oportunidad, y eso, en la balanza, puede que a la larga pese mucho más. Si bien la situación era insufrible y todos lo estábamos pasando mal, la noticia llegó de forma inesperada, y aunque sentimos nervios en el estómago, veo más sonrisas en mi casa que hasta hace unas cuarenta y ocho horas.

Mi padre es fuerte, es un hombre noble, de ideales bien forjados, que ama a los que le aman, sigue sus ideales sin prestar atención a lo que los demás dicen, es amable y divertido, cariñoso y autoritario. Es mi padre, y de niña le idolatraba. En la adolescencia ejerció su papel autoritario que yo no entendí, pero ahora, quizás, podamos volver a cogernos de la mano y seguir caminando juntos. Ahora es él el que quizás pueda necesitarme si así lo desea, y mi familia y yo, podemos estar mucho más unida.

Es hora de empezar a llenar esa hucha llena de telarañas hasta ayer con gestos más cálidos.

2 comentarios:

  1. de no haber discutido con tus padres hace casi año y medio, no te habria conocido ^^ ahora discutir ya no vale (=

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  2. Aunque parezca mentira... necesito versión extendida de este asunto :)
    Un besoooo

    p.d: 20 años???? en serio que 20 años????? qué vieja me siento en estos momentos... que tienes la edad de mi hermano!!!!

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