#5 Sobre el primer comentario del blog... y en lo que derivó

Voy a comenzar a escribir y aviso de antemano que no tengo ni idea del tema sobre lo que lo voy a hacer, simplemente, necesito hacerlo.

A veces intentas gritar, llorar, hablar, saltar, romper cosas, desgarrarlo todo... pero no puedes. Existen unos brazos invisibles que te lo impiden, te aprisionan hasta que no puedes más.

A veces pienso que soy demasiado exigente, que me dejo llevar por tantos y tantos años de sueños, de imaginar como me gustaría que fuese una cosa u otra, y que quizás por eso busque tanto de la vida, busque de ella mucho más de lo que incluso pueden darme mis sueños. Pienso, quizás ilusamente, que la vida es mucho más que un sueño, quiero buscar momentos que me ayuden a confirmar la teoría de que todo lo que yo llegue a soñar es poco para lo que viviré en realidad.

Amo la vida. Con pasión, sin frenos, sin reservas, sin miedo. La amo, me aferro a ella siempre.
Le sonrío y le grito, me enfado y me reconcilio con ella, a veces tengo ganas de cambiarla de arriba a abajo y otras en cambio me parece la más perfecta.

Y es por mi amor hacia ella que confío en todo lo que puede ofrecerme. Si me concedió la capacidad de soñar con cosas bellas es solo porque quiere prepararme para cosas aún mejores. Quiere avisarme, acomodarme a cosas maravillosas que busco y anhelo.

Soy exigente con la vida, pero para ello, debo serlo antes conmigo misma, y en consecuencia, con todo lo que ello conlleva, mis relaciones, mis sentimientos, mis pensamientos, mis vivencias.

Suceden cosas horribles, que no son más que la antesala de la maravillosa fiesta de color que tendrá lugar tras la batalla, y soy consciente de ellas, e intento sacar las enseñanzas que de ellas se derivan, pero cuando la  magia vuelve de nuevo a restablecerse en su orden caótico solo puedo entusiasmarme ante la idea de que tras un nuevo espectáculo vendrá otro aún más sorprendente.

Hoy, hace unos minutos, nada más llegar a casa encendí el ordenador y abrí el correo.
No esperaba nada nuevo, pero me equivoqué. En segundo lugar en mi bandeja de entrada se hallaba la descripción del primer comentario de este blog (correspondiente a la entrada #3). Debo confesar que me hizo mucha ilusión y se dibujó una sonrisa en mi cara por dos motivos, principalmente.

El primero es que, obviamente, tenía por fin constancia física de que alguien lee mi blog. Al parecer hay gente que lee mis entradas y me regala el placer de que sea consciente de ello. Me hace ilusión porque este blog a penas tiene más de una semana, e incluso ya, a veces pienso, que si hubiera tenido más tiempo, habría escrito más entradas (porque temas no me han faltado ciertamente).

El segundo motivo de la sonrisa en mi cara a ver mi correo y el correspondiente comentario que se indicaba en él, era lo bien escrito que estaba. Me tomaré el lujo y permitidme que, por ser el primer comentario del blog, cobre un especial interés en mí. Me gustó la forma en la que estaba escrito, y su contenido, obviamente, pero además me gustó el hecho de que me animase a escribir sobre mi pero desde una descripción interna o más íntima.

Mi respuesta es que, el blog en sí mismo ya forma parte de una descripción interna o íntima de mi misma en la medida en la que quiero y puedo hacerlo.

Lo que soy o como soy en cada momento está y estará reflejado en cada entrada. De algunas estaré más orgullosa de lo que escribiré y de otras menos, por el momento, la situación o quién sabe qué cosa.

¿Cómo soy? No es una cuestión fácil de responder...
Como he dicho al principio soy, y esto que voy a decir es invariable en cualquier situación, una persona apasionada, observadora, perfeccionista e independiente. Y de la misma forma en la que vivo de forma apasionada todo, me gusta que la gente que me rodea comparta en cierto grado esa perspectiva de la vida, que se fije en pequeños detalles, que intente dar lo mejor de sí misma y que lo haga, además, por propia iniciativa y con decisión.

Y hasta aquí puedo leer... yo y cualquier persona que me conozca.
Algunos pueden decir más o menos cosas, con mayor o menos exactitud, pero nadie acierta, ni yo misma creo.

¿Cómo eres? Si, te lo pregunto a ti que estás leyendo esta entrada ahora mismo.
¿Sabría decirme como eres de una forma sincera, clara y precisa?
Si es así, te considero una persona afortunada o quizás un poco ilusa. O ambas cosas, quien sabe.